En el estacionamiento de una tienda perteneciente a una cadena mayorista de Estados Unidos en Acapulco, se ha registrado el segundo homicidio en dos meses. El pasado 7 de mayo, una balacera en el mismo lugar resultó en dos personas asesinadas y tres detenidos por la Guardia Nacional , quienes intercambiaron disparos con los presuntos sicarios. Este hecho violento resalta la grave situación de seguridad en la región.
Las autoridades ministeriales en Acapulco informaron que, solo en junio, las disputas entre grupos delincuenciales dejaron al menos 77 homicidios dolorosos, convirtiéndolo en el segundo mes más violento de 2024. Estos asesinatos se suman a las cifras de mayo, cuando se reportaron 2,657 homicidios a a nivel nacional, siendo el mes más violento del año según el Gobierno federal. Guerrero concentró 676 de esos casos, la octava cifra más alta entre los 32 estados del país, reflejando una alarmante tendencia de violencia en la región.
La Guardia Nacional ha intensificado sus operativos en respuesta a estos incidentes, pero los enfrentamientos entre grupos criminales continúan siendo una constante. La creciente violencia está ligada a las disputas territoriales entre bandas rivales que buscan controlar el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas en la zona.
El incremento de homicidios en Acapulco y el estado de Guerrero pone en relieve la necesidad de estrategias más efectivas por parte de las autoridades para combatir el crimen organizado. La ciudadanía vive con temor y desconfianza, afectando su calidad de vida y la percepción de seguridad en la región.
El gobierno local y federal enfrenta un desafío monumental para restaurar la paz y la seguridad en Guerrero. Es imperativo que se implementen medidas contundentes y coordinadas para frenar la violencia y proteger a la población, no solo en Acapulco sino en todo el estado, para revertir la preocupante tendencia de homicidios y devolver la tranquilidad a sus habitantes.